martes, 10 de septiembre de 2013

¿Coche Nuevo o Usado?



Eterno dilema cuando vamos a comprar un coche. Empecemos por admitir que lo más aconsejable es comprar el coche nuevo. Esto parece razonable si partimos de la base que un vehículo nuevo supone ahorro de energía, mejora del medioambiente y mayor seguridad. Esta apreciación está suficientemente contrastada por  múltiples estudios que ponen de manifiesto las grandes ventajas que supone un coche nuevo, tanto para el propio usuario como para el medioambiente. En muchas ocasiones significará la salida del parque de automóviles de un coche viejo, inseguro y más contaminante.

Sin embargo, no siempre tenemos la oportunidad de elegir vehículo nuevo, ya que el factor económico es el determinante para la toma de esta decisión. Digamos que la economía pondera la decisión que vamos a tomar, por lo que estaremos manejando dos factores principales, por un lado la necesidad de coche y su utilización y por otro nuestras posibilidades económicas y de financiación. Estos dos conceptos y su combinación será el eje fundamental de las recomendaciones en este post.

La necesidad de compra de un coche puede venir determinada por infinidad de factores. Por una parte, están aquellos que podemos denominar puramente emocionales (cambio de coche por uno más actual, por pasión a conducir las últimas innovaciones tecnológicas, por estética, prestigio, representación, modernidad e incluso apariencia). El coche y lo que éste representa como complemento para las personas y sus relaciones. Este factor ha sido a lo largo de la historia del automóvil uno de los principales impulsores de su desarrollo. Resulta impresionante cómo las personas se identifican con el coche que conducen. Esto no ha pasado inadvertido por los diseñadores, de tal manera que las formas, los colores, la suavidad o agresividad de la silueta y el sonido, incluso los olores y la exclusividad y diseño de interiores, han venido siendo utilizado por los creadores para entregar el coche demandado. Estos factores combinan perfectamente con la última tecnología que permiten velocidad y potencia, todo un coctel ideal para encender la pasión de las personas, la “erótica” del automóvil.

Por otro lado, en un ámbito mucho más racional y objetivo, están las necesidades vitales (primer coche, cambio del actual por problemas de averías o nuevas necesidades y usos). Estos factores que hemos llamado racionales, se completan con las particularidades del uso que cada persona hace del coche, en cuanto al número de kilómetros recorridos, tipo de carretera por la que circula (mayor circuito urbano o de carretera), el horario de mayor circulación, el conocimiento de las tareas relacionadas con el coche, disponibilidad de dedicarle tiempo a las tareas de mantenimiento y reparaciones, etc.

Lógicamente, cualquier decisión que tomemos estará condicionada por nuestras posibilidades económicas. Por el dinero que podemos destinar a la compra del coche o a la capacidad de endeudarnos para financiarlo.

Nuestras Recomendaciones

En primer lugar recomendamos conocer el coste a futuro de mantener nuestro coche actual y su valor en el mercado. Con este objetivo recomendamos visitar la página www.mantenermicoche.com que de forma gratuita nos aporta información de interés.

Una vez dispongamos de información y tengamos tomada la decisión de compra, valoremos los factores indicados haciendo una combinación entre ellos. De esta forma señalaremos los principales puntos en la elección de coche nuevo o usado en función de manejar los factores emocionales, racionales y objetivos.

·    Uso intenso y especial

Pensamos que el eje deberá ser el uso del coche. De esta forma, para personas que requieran de uso intensivo del coche, recorran muchos kilómetros, lo hagan por carreteras interurbanas y dispongan de poca experiencia y tiempo para destinar a ocuparse del mantenimiento y las reparaciones, siempre recomendaremos comprar un coche nuevo. Esto significa que nuestro consejo es renunciar a nuestro coche ideal si no nos llega la capacidad económica para adquirirlo, y nos volquemos en elegir el coche nuevo que nuestra capacidad económica nos permita, aunque sea de gama y modelo inferior al que soñamos. Si aún de esta forma, nuestra economía no llega al coche nuevo, entonces buscar coches con poco tiempo y pocos kilómetros ponderando siempre este factor de coche nuevo o con poco recorrido sobre cualquier otro emocional (gama, diseño, potencia, moda, etc.), intentando que la capacidad económica que tengamos la invirtamos en su totalidad en la edad y el estado en cuanto a recorrido del coche que compremos.
Esta recomendación lleva implícito el factor seguridad. Es muy importante que para personas a quienes el coche les sea de utilidad relacionada con el traslado al trabajo o al transporte escolar, es mucho más recomendable el coche nuevo, que con toda seguridad dispondrá de los últimos avances en cuanto a la protección y seguridad activa y pasiva. Afortunadamente, en la actualidad, los requerimientos sobre seguridad que las autoridades les imponen a los fabricantes para los coches nuevos, nos garantiza que estamos invirtiendo en seguridad cuando compramos un coche nuevo, aunque sea de gama inferior.
Un coche nuevo tiene mucho menor riesgo de tener averías que impidan su circulación y nos deje en situaciones difíciles. Del mismo modo, la frecuencia de averías es mucho menor en coche nuevo, lo que nos permite evitar estos riesgos, si nuestro uso es intenso, en trayectos y en horarios donde podamos encontrar pocas ayudas. Todo este tipo de recorridos y de utilización aconsejan apostar por coche nuevo.

·    Uso moderado y cambio por razones emocionales

Si el uso que damos a nuestro coche es moderado, tenemos menor dependencia del coche y podemos dedicarle nuestro tiempo o el de personas cercanas, en estos casos podemos pensar en comprar en el mercado de ocasión el coche que nos gusta, si nuestra economía no nos permitiese llegar al coche nuevo.
No obstante, es recomendable acudir a concesionarios especializados para realizar la compra. Acudir a profesionales nos convierte en consumidores, con los derechos que esto conlleva. En este sentido gozaremos de la garantía legal y, además, deberíamos solicitar un certificado del concesionario sobre la edad y el recorrido del automóvil, solicitando, en la medida de lo posible, el historial de mantenimiento.
Sin embargo, a veces, encontramos el coche que buscamos entre particulares. Nosotros no recomendamos la compra entre particulares, a menos que conozcamos la historia del coche y tengamos una relación estrecha con el vendedor, que nos permita resolver un posible problema que pudiese ocurrir. La venta de coches entre particulares no supone la figura de consumidor para el comprador, por lo tanto no estará cubierto por la garantía legal de la que goza el consumidor.

En conclusión, digamos que siempre que nuestra economía lo permita, compremos un coche nuevo. Si no fuese así, ponderemos la decisión dando más peso al coche nuevo cuando el uso sea intensivo, aunque renunciemos al coche emocionalmente ideal.


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