Etimológicamente del griego “autos” y del latín
“móbiles”, el origen del automóvil es la evolución de los antiguos carruajes
como consecuencia de buscar un medio autónomo de movimiento.
El deseo de relevar el tiro de animales por la
autopropulsión, originaron los primeros pasos de lo que hoy es una parte
importante en la vida de las sociedades más desarrolladas del planeta.
Hay documentos que trasladan a la China del siglo
XVII los primeros intentos de conseguir un sistema de autopropulsión, parece
que con la participación de un jesuita de Flandes, Ferdinand Verbiest (1623 –
1688). Sin embargo, con mucha más documentación, se conoce que el primer
vehículo empujado de forma autónoma por un motor de vapor fue construido por el
inventor y escritor francés Nicholas Joseph Cugnot (1725-1804), entonces oficial
de artillería del ejército del monarca Luís XV. Este vehículo era un triciclo,
con ruedas de hierro y madera que fue montado sobre un carro para transportar
piezas de artillería. El prototipo se estrelló, así como una segunda máquina
también quedo destruida en 1771.
Esta idea del francés Cugnot fue recogida
posteriormente en otros países europeos, fundamentalmente en Alemania e
Inglaterra, donde desarrollaron nuevas fórmulas de motricidad, que fueron
evolucionando hacia el motor de explosión originando una vertiginosa carrera
hacia el futuro.
En 1860, el belga Etienne Lenoir presenta el primer
motor de explosión, aunque no consiguió despertar el interés de sus
conciudadanos. Antes, en 1807, el suizo Isaac de Rivas construyó un motor de
explosión montado en un carretón de mano, que utilizaba hidrocarburo mezclado
con aire. Años más tarde, en 1866 el alemán Daimler, en competencia con su
paisano Benz, origina el verdadero inicio de la industria del automóvil al
presentar el primer vehículo autopropulsado con un motor de combustión interna.
Durante los años que siguieron, fueron apareciendo
nuevos descubrimientos técnicos que mejoraban las características de los
motores. Entre otros avances, aparece el primer vehículo de gasolina de Maybach
y en 1885 el contructor Daimler registra la patente del motor a gas o a
petróleo.
En la Exposición Universal de París de 1889, por
primera vez en la Historia, se presenta el automóvil a todo el público.
Otro de los grandes acontecimientos que cambian el
rumbo de la industria hacia cómo es hoy vista por todos, es la fundación por
parte de Henry Ford de la empresa Ford Motors Company, convirtiéndose este ex
empleado de la Edison, en el fabricante de vehículos de mayor éxito de los
Estados Unidos y en el verdadero precursor de la industria del automóvil.
Este constructor, que en 1908 lanzó el famoso Ford
T, salta de forma espectacular a la fama cuando en 1913 consigue construir sus
vehículos mediante un sistema de montaje que utilizaba una cadena para tirar
del chasis de cada una de las unidades en construcción, consiguiendo mediante
esta fórmula en serie, una importantísima reducción de los costes de
fabricación.
Fue tal el éxito de Ford, que en veinte años logró
fabricar y vender quince millones de unidades del Ford T. Fue casi 70 años más
tarde cuando el Escarabajo construido por Volkswagen logró superar este número
de vehículos vendidas.
Con esta importante contribución de Henry Ford al
mundo del automóvil, se origina la competencia en el sector, ya que consigue llevar
el automóvil al alcance de personas que hasta la fecha no podían acceder a
poseerlo y, de esa forma, obligó al resto de constructores a desarrollar nuevas
técnicas que les permitieran fabricar vehículos a precios asequibles, así como
dotarlos de mejores prestaciones e innovaciones técnicas que los hicieran
atractivos para sus compradores.
Durante estas décadas iniciales desde la aparición
del primer vehículo, fueron surgiendo nuevos inventos que contribuyeron a
desarrollar la industria del automóvil. Entre otros, la construcción por parte
de Magnus Volks de un vehículo con motor eléctrico de cuatro ruedas.
Otra importante aportación al mundo del automóvil es
el invento del ingeniero alemán Rudolf Diesel del motor que llevaría su nombre
para el resto de la Historia.
También hay que reseñar la importancia que tuvo para
el desarrollo de la industria el descubrimiento del neumático. Invento del
escocés R.W. Thomson en 1845. Fue más tarde cuando J.B. Dunlop lo aplicó a la
bicicleta y lo patentó. Los hermanos Michelin, en 1891, patentaron el neumático
desmontable con el que se equipó un vehículo en 1895.
Pero el gran descubrimiento del neumático nació del
otro lado del Atlántico, donde un buscador de fortuna, Charles Goodyear,
descubrió el vulcanizado, convirtiendo el caucho en goma dura.
La carrera por la innovación y por la reducción de costes, desde una perspectiva de
ingeniería, ha sido y es, la característica más importante del mundo del
automóvil, y que forma parte implícita de muchas de las teorías que a lo largo
de la lectura del libro irán surgiendo.
Para mejor comprensión de la
importancia de los distintos países y mercados en la evolución del mundo del
automóvil, en el capítulo que sigue se presentan algunos datos generales de los
grandes fabricantes de automóviles y su aportación al mundo del motor que ahora
se conoce.
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